Una relación de pareja requiere de un enorme trabajo para funcionar. Cuando alguna de las partes ya no pone interés y todo recae sobre la otra persona, la relación ha llegado a su final.
La confianza es la foundation de una relación comprometida, y la falta de ella ahueca una relación desde el inside. Si es realmente factible que se reconstruya, ambos deben comprometerse no solo con el proceso de reparación, sino también a solucionar la raíz de los problemas que llevaron a la ruptura de la confianza en primer lugar.
A continuación, veremos preguntas que nos debemos hacer y pistas que podemos ver que nos indican que ha llegado el momento de acabar con la relación.
siento que nunca me quiso me pongo a llorar y triste y dice que es chantaje de repente llega con un peluche un obsequio que paso, o que esta pasando,
Si me quejo no me va bien ya que mi esposo me echa la culpa de todo, incluso de tener amantes, pues creo que de tanto daño ya el amor se acabó en nuestro matrimonio.
María León, la voz que empodera a las mujeres a través de la música: “Ser fuerte es mostrarse roto o triste a veces”
Los tacaños emocionales tienen un punto misterioso que atrae y que esconde su verdadera toxicidad: nunca se entregan y nunca nos validan
Sin embargo, esto hace que permanezcas estancado/a. Apuesta por tu crecimiento personalized y atrévete a vivir nuevas experiencias que te permitan aprender. Te sorprenderás de tus propias capacidades y habilidades.
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Posponer citas o mostrar una constante falta de interés en participar en diferentes situaciones simboliza un cierto desgaste de la relación. Cuando se acaba el amor, también terminan las ganas de invertir tiempo en la pareja.
Tú eres la causa de todo: Si tu pareja no está dispuesta a hablar o a comprometerse contigo y en cada discusión se libera de cualquier responsabilidad, es muy possible que todo haya terminado.
Continuar con una relación muerta es algo que no ayudará a ninguno de los dos. Debemos dejarnos de pensamientos como el de “si la dejo sufrirá” o “es que lo está pasando muy mal y no quiero hundirla más”.
Las prioridades han cambiado: El ser humano siempre cambia en todos visit los aspectos. En este sentido, no es extraño que tus intereses cambien y evolucionen. Estos cambios también pueden hacer que no desees continuar con la pareja que elegiste hace mucho tiempo.
Reconocer: Primero hay que verse a uno mismo, si es que se tiene las capacidades de sentarse y poner las cartas sobre la mesa con la pareja. Preguntarle a la otra persona si está dispuesta a tener el compromiso que implica una relación.